Los testeos por COVID-19 en Argentina los realizan el Instituto Malbrán de Buenos Aires y otros 19 laboratorios ubicados en Buenos Aires, Santa Fe, Córdoba, Chaco y Tierra del Fuego.
El proceso se inicia con un triage que puede ser hecho por un médico u otro personal de salud, que califica al paciente como “caso sospechoso”, ya que muchas personas pueden consultar por síntomas que no ameritan su evaluación como COVID-19.
Una persona sin síntomas o con síntomas que no se correspondan con los que definen al “caso sospechoso” NO debería ser testeado por COVID-19 bajo ninguna circunstancia, en ningún establecimiento público ni privado.
¿Cuáles son los “casos sospechosos”?
Las personas con la siguiente sintomatología son consideradas por el Ministerio de Salud de la Nación como caso sospechoso y serán testeadas por COVID-19:
Si la persona no responde a ninguno de estos posibles “casos sospechosos”, no será testeado por COVID-19
En caso de serlo, el Estado Nacional garantiza el hisopado para muestra de PCR, la modalidad de testeo tradicional.
En cuanto a los llamados “test rápidos”, científicos argentinos están desarrollando test rápidos adaptando al COVID-19 las últimas tecnologías diagnósticas para dengue y chagas.
Estos test permitirán obtener los resultados en menos tiempo, pero todavía no hay un uso sanitario oficial de los mismos.
Luego de realizado el testeo, se remitirá la muestra con los datos completos y los estudios de laboratorio se notificarán al Sistema Nacional de Vigilancia de la Salud.