Marcelo Delsastre tiene 62 años, es piloto de avión y hace poco más de un mes y medio también se convirtió en voluntario para la prueba de una vacuna en Argentina. Vive en Laferrere, está casado y tiene tres hijos y tres nietos.
El interés comenzó en agosto, cuando escuchó en una entrevista que un laboratorio buscaba voluntarios. “No dudamos en ofrecernos, mi esposa y yo, y mandamos un mail. Primero nos entrevistaron telefónicamente y después personalmente en el Hospital Militar Central, que es donde se hace la aplicación de las dosis”, explicó a Confiar Marcelo.
Nuestro país fue seleccionado para ser parte de la Etapa III de un ensayo clínico cuyo objetivo principal es probar la eficacia de una vacuna desarrollada por BioNTech en colaboración con Pfizer. En esta experiencia hay 4.500 voluntarios en Argentina. La mitad de ellos recibe la vacuna y el otro 50% recibe un placebo que es solución fisiológica. Ni los voluntarios ni los médicos que aplican la dosis saben cuál de las dos aplican: todo viene sellado y las jeringas están contenidas en una cápsula para impedir que se vea el color del contenido.
Cuando Marcelo fue a su primera aplicación se encontró con jóvenes voluntarios desde los 18 años hasta personas de su edad; los requisitos para formar parte de esta experiencia es no tener ninguna enfermedad preexiste y, para las mujeres, no estar embarazada.
“Te arman un legajo con tu historia clínica y te explican las reacciones lógicas que podés tener, como picazón o hinchazón del brazo. Un médico te hace un seguimiento de todo el proceso. Además, te dan un diario electrónico en una app que tenés que completar durante el tiempo que dura la experiencia, que son dos años”, detalló Marcelo.
Marcelo Delsastre tiene la aplicación de la segunda dosis hoy, 15 de septiembre. Todos los voluntarios firman un convenio que él define como “muy light”, porque pueden retirarse de la experiencia en el momento que quieren. El único compromiso que deben sostener es no ser voluntario en otra prueba de manera simultánea.
“Estamos en una pandemia: tenemos que dejar de echar culpas y hacer algo. Los médicos y científicos tienen la mayor responsabilidad: creo que el resto de la población puede hacer algo como esto, ser voluntario en una vacuna. Es mi aporte para salir diferentes de esto”, concluyó Marcelo.
Desde la Cámara Argentina de Especialidades Medicinales (CAEME) emitieron un comunicado brindando detalles de cómo es la participación en una investigación clínica, que siempre es voluntaria y gratuita, y se puede leer acá: https://www.caeme.org.ar/la-importancia-de-los-estudios-clinicos-para-la-salud-mundial/