APRESURADO
Dos personas con historial de cuadros alérgicos severos de Gran Bretaña sufrieron un efecto adverso grave (un shock anafilactoide) luego de la primera dosis de la vacuna de Pfizer-BioNTech contra SARS-CoV-2. Por esto, el ente regulador británico aconsejó que aquellas personas con un historial de algún cuadro alérgico severo a alimentos, medicamentos u otras vacunas no se apliquen esta vacuna en particular.
Cabe destacar que ni el asma, ni la rinitis alérgica ni otras patologías alérgicas han sido consideradas, en este caso, como contraindicaciones de la vacuna, así como tampoco el uso de la inmunoterapia específica para aeroalérgenos.
Todo medicamento, incluido las vacunas, puede causar reacciones adversas leves, moderadas o graves. Se puede afirmar, por lo tanto, que la seguridad absoluta (ausencia de cualquier reacción adversa) no existe cuando se administra una vacuna o cualquier otro producto sanitario. El conocimiento de estas reacciones no deseadas se evalúa previo a la aprobación del medicamento, y luego se sigue realizando una vigilancia de la seguridad cuando se comercializa. La información de estos efectos adversos está a la disposición del público general en los prospectos de medicamentos.
Las reacciones adversas relacionadas con las vacunas aumentan los temores sobre la administración de las mismas. Sin embargo, hay que tener en cuenta que la frecuencia de presentación de cuadros anafilácticos, que es la forma más grave de las reacciones inmediatas, se reporta alrededor de un caso por cada 1.000.000 de dosis administradas. Por lo tanto, siempre es mucho más seguro vacunarse que contraer la enfermedad que previene una vacuna.
Las vacunas, a diferencia de otros medicamentos, se administran a personas sanas con una finalidad preventiva y por ello es necesario que su perfil de seguridad sea máximo. El beneficio debe ser mucho mayor respecto al riesgo (relación riesgo/beneficio mínimo), lo que no siempre ocurre con los medicamentos que se utilizan para el tratamiento de personas enfermas. La formulación vacunal debe ser segura y tener pocos efectos adversos para que una población sana acepte una vacunación preventiva.