En diferentes medios del mundo circuló una noticia cuyo titular afirmaba que “las lágrimas de pacientes con COVID-19 también contagian”. En el desarrollo de la nota se sostiene que investigadores de Italia hallaron partículas virales activas en las lágrimas de un paciente, estableciendo que dichas secreciones oculares serían “potencialmente infecciosas”.

¿Por qué es falso?
COVID-19 es una enfermedad típicamente respiratoria, pero se ha visto que los síntomas pueden ser muy variados entre los distintos pacientes. Algunos han manifestado síntomas gastrointestinales, circulatorios y hasta neurológicos.
Varios estudios hallaron que pacientes con COVID-19 presentaron además una conjuntivitis viral. Como el saco lagrimal está conectado con la cavidad nasal, el virus puede pasar del tracto respiratorio al ojo. En estos pacientes se realizaron hisopados oculares y se encontró presencia del material genético del virus. Sin embargo, esto no quiere decir que las lágrimas puedan infectar. Los pacientes que presentaron esta sintomatología son muy pocos aún, por lo que no hay estudios ni evidencias suficientes para sugerir que las lágrimas o los fluidos oculares pudieran contagiar a otro humano.
De todas maneras, aun si las lágrimas fuesen infectivas, si mantenemos la distancia física sugerida de 2 metros entre personas, no habría riesgo de contagio. No olvidemos que también debemos evitar tocarnos la cara y los ojos con las manos sucias.