APRESURADO
En países en donde circula tanto el virus del dengue como el que provoca COVID-19, se reportaron casos de personas que fueron infectadas con ambos virus a la vez. Sin embargo, sin realizar el test para ambos virus, no es sencillo distinguir que una persona tenga uno de los virus o ambos juntos, ya que generan algunos síntomas que son similares, como fiebre alta y dolor corporal. La principal diferencia es que la enfermedad por dengue no tiene una fase respiratoria, sino dolor de cabeza y erupción en la piel. Los casos estudiados en profundidad hasta el momento no son suficientes para determinar si el hecho de estar infectado con ambos virus genera cuadros más severos de COVID-19.
Es importante destacar que no existen vacunas contra ninguna de las dos enfermedades ni tratamientos específicos. Por lo tanto, la prevención es lo único que tenemos al alcance. Ahora que vuelve el calor, recordemos las medidas para prevenir el dengue, que además de usar repelentes para evitar las picaduras, hay que evitar los posibles lugares de cría del mosquito. Para eso:
- Es necesario eliminar todos los recipientes que contienen agua tanto en el interior de las casas como en sus alrededores (latas, botellas, neumáticos, trozos de plástico y lona, bidones cortados);
- En el caso de recipientes como baldes, palanganas, tambores, hay que darlos vuelta evitando que acumulen agua;
- Contenedores de agua como bebederos de animales, desagües de aire acondicionado o lluvia: cada 3 días deben limpiarse frotando las paredes para eliminar los posibles huevos de mosquitos que puedan estar pegados.
- Desmalezar los patios y jardines;
- Limpiar canaletas y desagües de lluvia de los techos.
En el caso de tener bebés es recomendable proteger cunas y cochecitos con telas mosquiteras. Recordar que si bien la mayor actividad del mosquito del dengue se da en las primeras horas de la mañana y al atardecer, también puede picar durante la noche si en la casa hay alguna luz prendida.
