1. confiar-V-F-05
  2. confiar-V-F-06

APRESURADO

Las personas inmunosuprimidas son las que, por diversos motivos, pueden tener su sistema de defensas (sistema inmune) comprometido. Esto puede suceder en personas que estén realizando un tratamiento con corticoides, personas con enfermedades del sistema inmune (inmunodeficiencias), personas que estén recibiendo tratamiento con anticuerpos que afecte a los linfocitos del tipo B, o linfocitos del tipo T, personas que estén en tratamiento de quimioterapia, o personas que estén en tratamiento para un trasplante de órganos.

Ninguna de las personas que pertenecen a estos grupos ha sido incluida, por el momento, en los ensayos clínicos de las vacunas en desarrollo contra COVID-19. Por lo cual no se conoce realmente cuál sería su perfil de seguridad ni su eficacia. Esto no implica que no sean seguras, sino que aún se desconoce la seguridad para estas vacunas en particular. Sin embargo, de la experiencia de otras vacunas, se infiere que las vacunas que no contengan virus “vivo” atenuado podrían no presentar inconvenientes para estos pacientes. Ni en las vacunas basadas en ARN (como la de Pfizer y Moderna), ni en las basadas en adenovirus (como las de Sputnik, Oxford, y Johnson & Johnson) se encuentra el virus entero sino que solo se fabrica una porción del mismo, por lo cual podrían aplicarse en personas inmunosuprimidas.

También podría ser el caso de Sinopharm, que se basa en virus entero inactivado. Previamente se han utilizado otras vacunas basadas en vectores virales (como los adenovirus) en personas inmunodeprimidas y no se observaron problemas de seguridad. Teniendo esto en cuenta, varias organizaciones internacionales recomiendan no excluir de la vacunación contra COVID-19 a este grupo de personas, sino analizar cada caso en particular con un profesional de la salud capacitado. En Argentina, el Ministerio de Salud manifestó que pueden vacunarse personas inmunocomprometidas que además presenten riesgo alto de exposición a la infección por SARS-CoV-2 (personal de salud, personal estratégico, personal docente y no docente) y/o que presenten enfermedades subyacentes que los incluyan dentro de los “grupos de riesgo alto de complicaciones graves y/o muerte por COVID-19” (diabetes, obesidad grado 2 o mayor, y/o enfermedades crónicas renales, respiratorias o cardíacas).

Esta recomendación se basa en que el riesgo de presentar eventos adversos graves es muy poco probable (al no tratarse de una plataforma vacunal en la que el virus pueda multiplicarse y enfermar) y en que al indicar no vacunar a este grupo, por no tener los datos de eficacia, se lo deja más expuesto. Esto representa un riesgo dado que es un grupo de la población que es más vulnerable. Se recomienda la consulta previa con personal de salud que analice el caso particular del paciente previo a la vacunación y que le brinde la información que se tiene hasta el momento, priorizando la decisión personal.

Otras Publicaciones
Compartir esta publicación: