APRESURADO
A medida que el virus SARS-CoV-2 se va multiplicando en la población puede ir cambiando (mutando) y así van surgiendo nuevas variantes (mas información en https://confiar.telam.com.ar/se-identificaron-nuevas-variantes-del-virus-sars-cov-2/)
Si el virus cambia mucho, podría pasar que las defensas generadas contra una variante existente, ya sea por la enfermedad natural o por las vacunas, no sean efectivas contra una nueva variante del virus. Nuestras defensas aprenden a reconocer al virus o a la porción del mismo con la que ya se encontraron, pero sí cambia mucho podría no ser reconocido por nuestro sistema inmune. Es por esto que se está estudiando si la protección generada por las distintas vacunas que se están aplicando en todo el mundo son efectivas contra las nuevas variantes que van surgiendo. De no serlo, las vacunas podrían adaptarse y/o desarrollarse nuevas que sirvan contra las nuevas variantes.
En cuanto a la variante surgida en Reino Unido, estudios realizados en laboratorio indican que algunas de las vacunas podrían ser efectivas contra esta variante. Se extrajeron defensas (anticuerpos) de la sangre de personas vacunadas con la vacuna de Pfizer y se las expuso a virus con algunas de las mutaciones que son compartidas por la variante de Reino Unido, la de Sudáfrica y la de Manaos (P1). Se observó que las defensas de las personas vacunadas eran capaces de neutralizar al virus. Sin embargo, una de las limitaciones del trabajo fue que los virus diseñados que utilizaron en sus experimentos no traían consigo todas las mutaciones encontradas en las variantes de Reino Unido y Sudáfrica sino algunas de ellas.
Otro estudio reciente, aún preliminar, realizado en personas que recibieron la vacuna de Moderna, demostró que las defensas generadas en estas personas serían efectivas contra la variante de Reino Unido. Sin embargo, fueron menos efectivas contra la variante de Sudáfrica. A su vez, Sudáfrica reportó que la vacuna de Oxford-AZ es menos efectiva contra la variante del virus surgida en esta región. La vacuna no resultó eficaz en reducir los casos leves y moderados de COVID-19. Sin embargo, no se conoce si podría reducir las formas graves de la enfermedad. Por su parte, la vacuna Novavax, realizada en EEUU, también tendría menos efectividad contra la variante de Sudáfrica, en comparación con la de Reino Unido, pero seguiría siendo eficaz. Según datos preliminares de los ensayos clínicos, tendría una eficacia de 85,6% contra la variante de Reino Unido y de 60% contra la variante de Sudáfrica. En cuanto a la vacuna de Johnson & Johnson, la empresa reportó que la eficacia calculada globalmente (incluyendo todos los países donde se realizó la Fase III) de una dosis es de 66% contra COVID-19 moderado a severo y del 57%, particularmente en Sudáfrica. Además, se evaluó la capacidad que tienen las defensas generadas por la vacuna Pfizer de neutralizar al virus de la variante sudafricana y esta se vio reducida 9 veces.
Por lo tanto, el surgimiento de múltiples variantes de SARS-CoV-2 nos enfrenta al problema de saber si la actual generación de vacunas proveerá protección duradera contra la infección. Es por esto que ya se está estudiando el desarrollo de vacunas específicas contra las nuevas variantes. También podría ocurrir que la respuesta de anticuerpos desarrollada con las vacunas no llegue a neutralizar por completo a alguna variante del virus, pero que sí modere la severidad de la infección. A su vez, podría suceder que la respuesta celular (otro tipo de defensa de nuestro sistema inmune) no haya sido afectada por las mutaciones y sea capaz de evitar la propagación del virus a la vía aérea inferior, previniendo la enfermedad severa. Un trabajo reciente realizado en personas que recibieron la vacuna de Oxford-AZ sustenta esta posibilidad. Es necesario seguir realizando estudios con las nuevas variantes así como disminuir la propagación del virus para que bajen las probabilidades de que siga mutando y “se escape”.
