APRESURADO
A medida que los virus se multiplican, aumenta la posibilidad de que surjan mutaciones que den origen a nuevas variantes (más información: https://confiar.telam.com.ar/se-identificaron-nuevas-variantes-del-virus-sars-cov-2/#1588354789513-d2fc1bf0-5f13). El virus SARS-CoV-2, causante de la enfermedad COVID-19, no es la excepción, habiéndose descrito a la fecha algunas variantes de preocupación (conocidas popularmente como la de Reino Unido, Manaos o Sudáfrica, entre otras).
Dichas variantes requieren atención esencialmente por dos razones distintas: la primera tiene que ver con la posibilidad de que logren evadir la respuesta inmune de recuperados o vacunados (ver: https://confiar.telam.com.ar/las-nuevas-variantes-del-sars-cov-2-pueden-afectar-la-eficacia-de-las-vacunas/); la segunda se relaciona con la posibilidad de que pueden llegar a ser más transmisibles o producir una enfermedad más grave que el virus original. Por ejemplo, en la variante de Manaos se vio que el virus cambió levemente la porción S, que es la parte del virus que interactúa con nuestro organismo para ingresar al mismo. Esta nueva porción S (que es como la “llave del virus”), interactúa mejor con el receptor de nuestras células (que sería como nuestra “cerradura”). De esta manera ingresa más fácilmente. Al haber más cantidad de virus en la persona, se genera una enfermedad más contagiosa.
Debido a que el surgimiento de estas nuevas variantes es reciente, hay mucha información con la que aún no contamos. Sin embargo, en diversos estudios realizados en las ciudades en las que surgieron estas nuevas variantes (como Reino Unido y Brasil) observaron un aumento en la proporción de jóvenes que sufren una enfermedad grave o muerte, en comparación con la primera ola del virus. Este aumento puede ser atribuible, aunque no exclusivamente, a nuevas variantes como la de Manaos y Reino Unido, que ya circulan comunitariamente en Argentina. Faltan estudios para confirmar que estas variantes sean más “agresivas” pero si han demostrado ser más contagiosas con lo cual, esto último podría explicar también el aumento de casos severos en jóvenes. Dado que los jóvenes presentan, mayormente, una evolución asintomática de la infección por SARS-CoV-2, no hay datos confiables sobre la cantidad total de contagiados de esta población. Por lo tanto, un aumento de casos graves en este grupo podría deberse a un aumento en el número total de infectados. Dicho aumento podría estar causado por cambios en el virus que lo hacen más transmisible.
El mejor remedio para evitar la diseminación de estas variantes y sus consecuencias continúa siendo maximizar los cuidados: el uso adecuado de barbijo (cubriendo nariz, boca y mentón), la higiene de manos, la ventilación de ambientes y medios de transporte, y evitar las reuniones sociales (especialmente en lugares cerrados y mal ventilados).