VERDADERO
La obesidad se caracteriza por presentar un aumento del tejido graso, que genera una inflamación crónica y afecta al sistema de defensas del organismo (sistema inmune).
Se estableció que la obesidad es un factor de riesgo para COVID-19. Las personas obesas que cursan una infección por el nuevo coronavirus tardan más tiempo en resolver la enfermedad. Un estudio realizado en pacientes con COVID-19 demostró que las personas obesas tienen más probabilidades de ser hospitalizadas, de necesitar terapia intensiva y de morir. En Argentina, la diabetes y la obesidad fueron los principales factores de riesgo en pacientes menores de 60 años que fallecieron por el nuevo coronavirus.
Mediante la vacunación se entrena al sistema inmune para reconocer y combatir los patógenos. Como el sistema inmune de las personas con obesidad suele estar comprometido, este suele responder de forma menos eficiente a la vacunación. Se observó esto para las vacunas contra influenza, hepatitis, tétanos y rabia. Por esto, se considera que la vacuna contra el COVID-19 podría conferir menor protección en estas personas.