VERDADERO
La dexametasona es una droga sintética del grupo de los corticoides, con efectos similares a las hormonas naturales que regulan la inflamación producida por nuestro sistema de defensas (sistema inmune). Esta droga se utiliza en muchas enfermedades inflamatorias.
COVID-19 es una enfermedad de manifestaciones variadas según cada paciente. En algunos casos, los más graves, se observa una inflamación en el pulmón que puede llevar a una falla respiratoria. Se cree que el uso de la dexametasona en estos casos podría disminuir la inflamación y ayudar a resolver la enfermedad. Hay que tener en cuenta que el uso de esta droga disminuye la capacidad de defensa de nuestro sistema inmune, por eso es necesario saber bien en qué casos esto resulta beneficioso, ya que en otros, como en los más leves, podría ser contraproducente.
Se realizó un estudio preliminar en el que la administración de la dexametasona redujo la mortalidad en varios de estos pacientes graves, pero es necesario realizar más cantidad de estudios para verificar si esto es así en todos los pacientes de este grupo. En los pacientes hospitalizados que no requirieron oxígeno no se observó ningún beneficio y tampoco se estudió su uso para pacientes con síntomas leves.
Debido a esto, es importante recalcar que esta droga NO debe tomarse de manera profiláctica ni en pacientes cuyos médicos no se lo hayan recetado. La dexametasona aún no es un tratamiento aprobado para COVID-19. Para corroborar su eficacia se están realizando ensayos clínicos. La ventaja que podría representar este tratamiento, si funciona, es que es la droga es de bajo costo y está disponible en grandes cantidades.