El presidente ruso, Vladimir Putin, afirmó que la vacuna Sputnik V es “eficaz” y otorga una “inmunidad estable”. Los científicos argentinos recibieron con reservas este anuncio, y la OMS indicó que la vacuna deberá seguir los trámites de precalificación y revisión que indica el organismo.
El presidente de Rusia, Vladímir Putin, anunció hoy que su país ha logrado ser el primero en el mundo en registrar una vacuna contra el nuevo coronavirus. “Esta mañana se ha registrado, por primera vez en el mundo, una vacuna contra el nuevo coronavirus”, dijo el jefe del Kremlin en una reunión con el Gabinete de Ministros. Según el mandatario la vacuna rusa es “eficaz” y permite lograr una “inmunidad estable” ante el COVID-19.
La noticia fue replicada en distintos medios de comunicación del mundo y trajo múltiples opiniones de laboratorios, especialistas y científicos. Según comunicó la embajada Rusa en Argentina, “todos los voluntarios que ya participaron en la vacunación desarrollaron niveles altos de anticuerpos contra el COVID-19 y ninguno de ellos tuvo complicaciones graves de inmunización”.
El Ministro de Salud ruso, Mijaíl Murashko, declaró que las pruebas clínicas de la vacuna continuarán y en ellas participarán miles de personas. Para la vigilancia rápida del estado de salud de los vacunados y el control de eficacia, el Ministerio de Salud de Rusia creó un contorno digital que permite monitorear la seguridad y calidad del fármaco en todas las etapas del ciclo.

“Esta es una buena noticia. Junto con esta vacuna, que todavía no alcanzó la fase III, tenemos otras 10 desarrollas en Estados Unidos, Europa y China. Esto es positivo para Argentina, porque que haya múltiples vacunas permitirá que los países que no alcancen esos desarrollos, igual puedan tener acceso”, explicó a Confiar Ernesto Resnik, Biólogo molecular y biotecnólogo.
La fase III es la final en cualquier proceso de desarrollo de una vacuna, en la que se prueba la efectividad de la misma entre miles de habitantes. “Al momento, los 5 proyectos más avanzados que publicaron los resultados de sus fases son Moderna, Pfizer, Cansino y Oxford, todas ellas en fase II. Rusia está en la misma fase, aunque no conocemos los resultados científicos”, indicó Belkys Maletto, Bioquímica Clínica e investigadora de CONICET.
En el desarrollo de cualquier vacuna hay dos tipos de información: la comunicación que realizan las empresas farmacéuticas y los gobiernos, y la científica o académica que se comunica a través de papers científicos.

“Hay un conjunto de desarrollos de vacunas en distintos laboratorios del mundo que han cumplido fase I y II, y han publicado los resultados que desmuestran que son seguras e inmunogénicas, es decir, que levantan la producción de anticuerpos en los pacientes vacunados. Rusia decidió no comunicar esos resultados: eso no indica nada bueno ni malo, pero no tenemos información específica”, explicó Jorge Geffner, bioquímico e investigador de CONICET.
Según el gobierno ruso, la vacuna será producida en dos plataformas: por el Centro Nacional de Investigación de Epidemiología y Microbiología Gamaleya, y la compañía Binnofarm. Al mismo tiempo se están desarrollando reglamentos técnicos para implementar la producción masiva de la vacuna. Además, comunicaron oficialmente que el Fondo de Inversiones Directas de Rusia está invirtiendo en la producción y promoción de vacunas en el extranjero, y varios países ya están mostrando su interés al respecto.
Tarik Jasarevic, vocero de la Organización Mundial de la Salud, aseguró que la OMS es optimista “por la rapidez en que se están desarrollando las vacunas” y espera que “se muestren seguras y eficientes”.
Por: Josefina Marcuzzi