Varios medios digitales publicaron notas hablando de la “preocupación” en torno a la demoras de la segundas dosis y a que no llegarían a tiempo para hacerle frente a la variante Delta.
Algunos medios y comunicadores se refirieron también al “vencimiento de las vacunas en el cuerpo”. Incluso profesionales de la salud sostuvieron en estos días que “una persona con una sola dosis es como si no estuviera vacunada”

¿Por qué es falso?
Tener una sola dosis de la vacuna contra COVID-19 no equivale a no estar vacunado. Si bien la aparición de nuevas variantes, especialmente la llamada Delta, ha conferido al virus la posibilidad de evadir parcialmente la respuesta inmune, tener al menos una dosis disminuye sustancialmente la probabilidad de ser hospitalizado o morir a raíz de la enfermedad. Esa probabilidad disminuye aún más luego de administrarse una segunda dosis.
La eficacia contra la hospitalización frente a la variante Delta para la vacuna de AstraZeneca es de un 75% y un 94% con dos dosis. Para la vacuna de Johnson & Johnson (una sola dosis), la efectividad contra la variante Delta para evitar hospitalización es de aproximadamente 71% y cercana al 90% para prevenir la muerte. También muestra una efectividad muy alta la vacuna de Pfizer, que es muy similar a la vacuna de Moderna.
En conclusión, lejos de ser lo mismo que no estar vacunado, una dosis confiere niveles importantes de protección contra las formas graves de la enfermedad aún frente a variantes nuevas, que luego se ve reforzado por una segunda dosis. De cualquier modo, en este contexto todavía es importante no descuidarse y continuar con la prevención para evitar el contagio, tanto por uno mismo como por el resto.