1. 61-94
  2. 61-95

FALSO

El ibuprofenato de sodio es un derivado del ibuprofeno. No es la misma droga que se comercializa habitualmente como antiinflamatorio.

El ibuprofenato fue desarrollado por un grupo de científicos argentinos del Centro de Excelencia en Productos y Procesos de Córdoba, con el financiamiento de Química Luar. Se desarrolló como tratamiento por nebulización de distintas patologías respiratorias. Se ha comprobado, en estudios de laboratorio, que esta droga tiene la capacidad de eliminar distintos tipos de bacterias así como de inactivar virus similares al nuevo coronavirus. Sin embargo, no se ha demostrado aún su efectividad para la inactivación del nuevo coronavirus ni para el tratamiento de COVID-19. El mismo laboratorio informa que el medicamento aún no fue aprobado y no permite su comercialización. La ANMAT no autorizó su uso, a nivel nacional, debido a que no están realizados los ensayos clínicos que aseguren su seguridad y eficacia.

El gobierno de la provincia de Córdoba, así como el de varias provincias, aprobaron el uso compasivo de dicha droga en el marco de la emergencia sanitaria. Es decir, se aplica únicamente a pacientes muy graves que no responden a otras drogas para mitigar los síntomas de la enfermedad. A pesar de estar utilizándose en estos pacientes, aún no comenzó el ensayo clínico para evaluar si es efectivo el tratamiento con ibuprofenato de sodio en pacientes con COVID-19. Estos ensayos son los que definen la eficacia y seguridad de los tratamientos. En los mismos se suele separar al azar a los pacientes que se incluyen en el estudio, en dos grupos: uno que recibe el fármaco a evaluar (grupo tratado) y otro  que recibe un preparado similar pero que no tiene el fármaco (grupo placebo). Luego se compara la evolución de ambos grupos y los efectos adversos que pueden encontrarse. La Sociedad Argentina de Terapia Intensiva solicitó no utilizar el fármaco hasta no conocer su seguridad y eficacia. Advirtió además que este tratamiento podría ser contraproducente en ciertos pacientes, ya que al ser antiinflamatorio disminuye la respuesta del sistema de defensa ante el virus. La Sociedad Argentina de Infectología también manifestó su preocupación por el uso de esta droga sin los estudios clínicos que avalen su utilización.

Fuente: CONICET

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